“Uno se hace adicto a los narcóticos porque carece de motivaciones fuertes en cualquier otra dirección.”
W.S. Burroughs Yonqui
Son muy pocas las noticias que han llegado a México sobre el peligro a que se enfrenta la Universidad de Buenos Aires (UBA). Recientemente el gobierno del presidente Milei, que se destaca por acciones que se basan en un entendimiento del capitalismo arcaico y superado por la historia, académicos, teóricos económicos y la misma realidad, ha decidido congelar el presupuesto general y mantener los mismos valor, a pesar de que la inflación del 2023 ha llegado a del 211%.
Una de las principales afectaciones de estas medidas del gobierno de Milei ha impactado en los sueldos de los profesores que representan más del 80% del presupuesto de la Universidad, los profesores universitarios han perdido toda su capacidad adquisitiva, lo que se vuelve una bomba de tiempo provocada intencionalmente para reventar a las instituciones públicas de educación y en especial a la Universidad como símbolo, pues la ignorancia en materia de derechos piensa en las instituciones públicas sociales como enemigas.
Y cómo no tenerle cariño a la UBA, es un emblema social argentino, de América Latina y del mundo, cuenta entre sus logros con infinidad de egresados de altísima calidad académica, destacando a 5 premios Nobel egresados; recuerdo que a mediados de la primera década del 2000, muchos de mis compañeros de universidad de distintas carreras se iban de intercambio a estudiar a Argentina a la Universidad de Buenos Aires, una universidad totalmente gratuita que acogía estudiantes incluso de un pueblo olvidado en el centro de México como es Aguascalientes, siendo una universidad de muy alta calidad, que con la visión ideológica neoliberal, sonaba imposible la existencia de una universidad pública de excelencia a nivel mundial.
Hace un par de años tuve la oportunidad de estudiar una diplomatura en Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales en la UBA, dentro de todo lo malo, la pandemia me permitió cursarla desde México con los mejores catedráticos en cada materia, las mejores lecturas, análisis y materiales sobre derechos humanos, recuerdo por ejemplo haber tomado la clase de Derecho Ambiental con el Abogado Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, Sistemas de Protección de Derechos Humanos con Pablo Saavedra, Secretario Ejecutivo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, o Relatoría DESCA con Soledad García Muñoz, Primera Relatora Especial DESCA, entre otras y otros catedráticos de la Universidad de Buenos Aires que hasta hoy sigo recordando con mucho cariño.
No exagero cuando digo que en mi carrera como abogado hay un antes y un después de estudiar DESCA, la visión de los derechos humanos y de la abogacía que formé en la diplomatura me continúa construyendo hasta el día de hoy, conformó incluso mi actual visión del Juicio de Amparo en México, país donde no se termina de lograr ver todas las posibilidades que tienen los jueces para ser partes fundamentales del Estado, son agentes que otorgan derechos humanos, y no solo juzgadores que se autolimitan a resolución de controversias aplicando normas, tienen todas las facultades para condenar al otorgar derechos de forma universal a los mexicanos y no solo resolver el caso concreto, aunque de esto ya he hablado en otro artículo.
Pienso ahora que la defensa de la UBA no debe ser solamente un tema de cariño, de aportaciones personales en mi desarrollo profesional o que solo incumba a un país, su defensa es parte de la lucha que debemos tener todas las personas por el derecho humano a la educación pública universal, es una necesidad social levantar la voz y defender los ataques a la educación pública y a las instituciones que con los años han conformado una resistencia en el avance de la modernidad corporativa líquida.
La Educación es un derecho Derecho Humano porque es el medio que permite a las personas desarrollarse, no debe ser una mercancía que esté solo al alcance de las personas que tienen la posibilidad sitémica de acceder a ella, la Observación General número 13 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales establece que la educación es el medio a través del cual el ser humano puede ejercer real y plenamente su libertad, además es el medio adecuado para lograr una real autonomía de las personas, permite a adultos y menores marginados económica y socialmente salir de la pobreza y participar plenamente en sus comunidades, desempeña un papel decisivo en la emancipación de la mujer, la protección de los niños contra la explotación laboral, el trabajo peligroso y la explotación sexual, la promoción de los derechos humanos y la democracia, la protección del medio ambiente y el control del crecimiento demográfico. Esto con base en la finalidad del derecho humano a la educación universal que establece el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales: “la educación debe orientarse al desarrollo del sentido de la dignidad de la personalidad humana, debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre y debe favorecer la comprensión entre todos los grupos étnicos, y entre las naciones y los grupos raciales y religiosos”.
Por su parte, la educación universitaria tiene una especial relación con la posibilidad real y efectiva de que las personas participen plenamente en el mercado laboral y económico, por ello la educación como derecho universal debe ser prioritaria para el Estado como motor del desarrollo económico tanto social como individual, incluso los siervos del capital como Milei deben saber que la educación es el medio indispensable para el crecimiento económico y de las empresas a las que sirven con tanta felicidad que les amerita festejarlo con conciertos ridículos en el Luna Park.
Mark Fisher, Burroughs y Byung-Chul Han, hablan del problema de la superación de la sociedad disciplinaria por la sociedad del auto-control, del rendimiento o de la apatía, bajo las justificaciones de que la educación moderna está cambiando y cada persona tiene la posibilidad de auto-formarse, lo que en la práctica es una mentira, Fisher en Realismo Capitalista reflexiona que cuando se le pide a un joven en la actualidad que lea más de un par de renglones de un texto, aunque sean los mejores estudiantes, protestarán y alegarán que no pueden hacerlo, la queja más frecuente es aburrimiento. Esto obedece a la falta de sistemas disciplinarios, entendidos en el sentido de forma y deber, no en el sentido represor; y a la multiplicidad de estímulos a los que se encuentran sometidas las personas en la actualidad. Es aquí donde instituciones como las universidades públicas no conforman solamente un medio de acceso a la educación como derecho, o un instrumento para el desarrollo personal de todas y de todos, sino que también se convierten en un sistema estatal de resistencia real al mercado, a la sociedad del cansancio y a la falta de motivación de las juventudes, resistir con la universidad, defender la educación pública y defender siempre a la UBA. ¡Fuerza argentinos!
MI Y LIC. MARCO AGUSTÍN RAMÍREZ RODRÍGUEZ
Abogado fiscalista, constitucionalista y especialista en Derechos Humanos
Fundador y CEO de MR Boutique Legal
Director General de CIEJUF
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